Zumaia más allá de su centro urbano

Y es que, al norte, e impregnando de salitre la localidad, se encuentra el Cantábrico. Además, su acantilado cuenta con el conocido y referente mundial Flysch; un verdadero tesoro en el campo de la geología, y un placer para la vista.

Si te diriges hacía el interior, te encuentras de frente con Zestoa y su historia: Ekain y las pinturas rupestres de esas cuevas. Gracias al museo Ekainberri y a la réplica puedes conocer cómo vivían los primeros humanos hace 14.000 años e imitarlos haciendo fuego, cazando...

El barrio Askizu de Getaria vigila el pueblo desde el este, mientras que durante el atardecer te sugerimos mirar al oeste; disfrutarás de los últimos rayos de sol que se esconden tras la costa entre Deba y Bizkaia.

Zumaia tiene unos 10.000 habitantes, la mayoría de los cuales viven en el casco urbano. Pero también tiene barrios que quedan fuera de su centro, y que tienen mucha vida. Destacan Artadi y Oikia.

Artadi se ubica en lo alto de una colina, entre maravillosos bosques (encinares), y desde su iglesia se disfruta de una de las vistas más bellas de nuestra localidad: Zumaia, el río Urola y el mar. Puedes llegar realizando una bonita excursión a pie desde Zumaia, en especial si vas con niños, porque el recorrido es agradable y sencillo, y una vez lleguéis podréis disfrutar de un pequeño frontón y unos juegos infantiles. Es ideal para pasar una mañana o una tarde. Citado el frontón, no se puede obviar el hecho de que es el lugar originario de una conocida dinastía de pelotaris: la Dinastía Etxabe, que hoy en día da nombre a un importante torneo de pelota de Zumaia.

Desde Artadi tenemos una hermosa vista del barrio de Oikia, su iglesia de San Bartolomé y la Casa “Kondekua”. Una de las formas más especiales en las que puedes llegar a Oikia es remando por el río Urola. De camino pasarás por Bedua, un lugar tan bucólico como hermoso.

Al igual que Artadi, Oikia también dio un ilustre personaje: allí nació el famoso pintor Baltasar de Etxabe. El pintor se trasladó a México en 1573 y, además de fundar e impulsar la escuela española de pintura, fue considerado como uno de los grandes pintores españoles de la época, junto con Zurbarán o Murillo.

Además de estos dos encantadores barrios, en la carretera que va de San Sebastián a Bilbao se ubica un tercer barrio: Narrondo. Aunque en un principio parezca que no tiene nada que ofrecer, esconde una gran tradición industrial. De hecho, los márgenes del río del mismo nombre fueron adecuados para instalaciones hidráulicas como molinos y ferrerías. Así, en 1344 contaba con un molino; y en 1535 con dos ferrerías, junto con un puerto y una lonja. Todas estas circunstancias facilitaron el inicio de la industrialización en Zumaia, un episodio de la historia que aún es visible y se puede conocer en Narrondo.

Los barrios también son tesoros de Zumaia. Conócelos y disfrútalos, ¡no te arrepentirás!