El Gobierno Municipal de Zumaia se adhiere al manifiesto 'Gora haurtzaroa!'

23/04/2020

Los agentes que conforman la iniciativa 'Oinherri Herri Hezitzailea' han hecho público un manifiesto en defensa de la infancia. El Gobierno municipal de Zumaia se ha adherido al manifiesto y ha llamado a la ciudadanía a aplaudir a niños y niñas el domingo a las 12:00 horas.

El Gobierno municipal de Zumaia también se ha adherido al manifiesto de la iniciativa 'OinHerri Herri Hezitzailea'. Representantes de la iniciativa han denunciado que "los niños y las niñas han vuelto a ser considerados ciudadanos/as sin voz".

Del mismo modo, invitan a la ciudadanía a aplaudir a niños y niñas este domingo, 26 de abril, 12:00 horas. Tras el aplauso, se pondrán las canciones solicitadas por niños y niñas de Zumaia. Las solicitudes de canciones se pueden realizar a través dehttps://labur.eus/EskatuAbestia.

Además, los y las representantes municipales han invitado a la ciudadanía y agentes sociales a sumarse al manifiesto. Haz clic aquí para adherirte.

Lee el manifiesto: "En defensa de la infancia, nuestro manifiesto: GORA HAURTZAROA!"

1. Hay que visibilizar a las niñas y los niños

Con la situación de emergencia no se han tenido en cuenta los derechos fundamentales de la población infantil y adolescente, ni las medidas necesarias para su salud integral.

Es inadmisible que desde que cerramos las escuelas y encerramos al alumnado en las casas, ningún órgano institucional haya hecho la más mínima mención sobre el tema. Hemos pisoteado los derechos de la población infantil. Niñas, niños y adolescentes, junto con las personas adultas, son sujetos activos que conforman esta sociedad y forman parte de estas decisiones.

2. La Declaración de los derechos de la infancia se basa en la defensa de la infancia.

Nos adherimos a la Declaración de los Derechos de los y las Niños y Niñas realizada por las Naciones Unidas. En general, está dedicada a la Protección, Prevención y Promoción de la Infancia. Y al mismo tiempo reivindica la participación: debemos recibir a las niñas y los niños como seres humanos enteros, con plenos derechos. Especialmente en las decisiones que afectan a su forma de vida. Y desde esta cultura de la infancia proponemos una escucha activa para atender las necesidades y demandas de los niños y las niñas.

En esa Declaración de los Derechos del Niño y la Niña, en su artículo 29, se hace una reivindicación a favor de la educación. En el artículo 31, a favor del juego. Se puede ver claramente que, aunque tenga el mismo peso como derecho, el derecho al juego no tiene la misma importancia en nuestra sociedad. El juego es imprescindible para el desarrollo del bienestar físico y psicológico de los niños y las niñas.

3. La infancia y la adolescencia no son sólo el futuro, también son el presente

Preparamos a los niños y las niñas para el futuro, como si aún no estuvieran completos, como si todavía no sirvieran. Sin embargo, los niños y niñas sienten, piensan y actúan en consecuencia, haciendo el mismo camino que los adultos. Basta con compartir un poco de tiempo con ellos y ellas para darse cuenta de que además del futuro, también existe el presente, por lo que ahora es el momento de darles la palabra.

Niños, niñas y adolescentes son sujetos activos cuyas necesidades, sentimientos, opiniones y puntos de vista deben tenerse siempre en cuenta, máxime cuando se trata de evitar las pérdidas y las situaciones de vulnerabilidad que genera el estado de alarma.

4. La presencia de la naturaleza es imprescindible para el desarrollo de una infancia y juventud saludables

La sociedad está totalmente "urbanizada" y la población infantil tiene interiorizada la "biofobia" (miedo a la naturaleza). En consecuencia, pueden tener carencias para desenvolverse en un entorno natural. Hay una necesidad imperiosa de conectar a las niñas y los niños con la naturaleza y de actuar contra el "trastorno del déficit natural" que cada vez se está dando más.

Las niñas y los niños como todos los seres humanos, necesitan tener contacto con la naturaleza, reforzar sus defensas, observar el mundo, el derecho a mancharse las manos, a saltar en charcos, y a esconderse en los huecos de viejos árboles. Es una necesidad más que un derecho, si queremos ser capaces de entender el mundo, dado que todas y todos somos naturaleza.

5. Escuchar a la población infantil y darles la palabra

Visibilizar a los niños y las niñas significa dar verdadera importancia y espacio a su ser y a sus manifestaciones: escuchar lo que ellos y ellas dicen, dar la palabra a los niños y las niñas, fomentar su participación y confiar en sus capacidades. Aprender a estar a su lado con respeto, sin interferir en su dignidad e identidad.

Participar exige respetar la pluralidad, exige equilibrar las relaciones de poder, y exige horizontalidad. Un verdadero intento de las personas adultas de bajar la mirada a la altura de los niños y las niñas. Cuando se cumplan esas condiciones, la sociedad se volverá más justa y democrática para todos.

6. Los niños y las niñas deben tomar la calle en pueblos y ciudades

El ritmo de trabajo acelerado de las ciudades ha traído consigo muchos y frenéticos transportes. El tráfico ha tomado el corazón de la ciudad y la movilidad peatonal se ha ido reduciendo cada vez más. Esto ha provocado problemas para que la población infantil se mueva con seguridad por las calles y juegue. Cuando aseguremos la confianza y el juego de las niñas y los niños en las calles de los pueblos y ciudades, garantizaremos un espacio seguro para toda la ciudadanía.

Hormigón primero, caucho o goma después, columpios de los colores del parchís después y, para terminar, una valla y bancos alrededor para padres y madres. Hemos tenido a las niñas y los niños confinados en parques antes de confinarnos en las casas. Tenemos que cambiar nuestra visión de las ciudades, tenemos que transformar las ciudades, primando nuestra salud, en lugar de priorizar la economía y la rentabilidad.

Pongamos a la comunidad en el centro de nuestros niños y niñas. En la medida en que satisfaga entre todos los cuidados y necesidades básicas de nuestros niños y niñas, se logrará extender el bienestar al ámbito de toda la comunidad.

7. Teniendo en el centro la perspectiva inclusiva, debemos atender a muchas situaciones que vive la población infantil. Los retos de niños, niñas y adolescentes son responsabilidad de la comunidad.

Es responsabilidad de estas personas adultas prestar atención a las diferentes situaciones y retos que viven niñas, niños y adolescentes. Prestar atención a la grave situación y vulneración de derechos que el estado de alarma ha generado a la infancia y adolescencia e intentar buscar soluciones como comunidad, entre otras cuestiones.

En nuestros pueblos y ciudades queremos empoderar a las personas oprimidas, traer a las personas marginadas al centro, y de ahí empezar a construir una cultura más acogedora de relaciones respetuosas. Poner la perspectiva inclusiva en el centro de la comunidad porque aporta beneficios para todas las personas.

¡Entramos todas las personas o no entra nadie!

8. La escuela de la niña y del niño: el mundo.

La escuela no es el único ámbito de la infancia y la adolescencia. Nos resulta sorprendente que cada vez que hablamos de niños y niñas hayamos incluido en esa ecuación las escuelas, como si sin ellas no hubiera población infantil. La niña y el niño son los sujetos y el mundo su entorno natural y social. Por lo tanto, junto con la reivindicación de que el niño y la niña deben estar presentes en todos los ámbitos y aspectos de la sociedad, queremos destacar la importancia que tiene el ámbito extraescolar para nuestro desarrollo desde la más tierna infancia; familiares, amigos y amigas, el juego libre y el ocio, la red de relaciones ciudadanas y la participación en la comunidad.

¡Queremos una Escuela Ciudadana y una Escuela Educativa Popular!