Relevo en el Consejo de la Infancia

06/10/2022

El Consejo de la Infancia es el grupo de niños y niñas que tiene la condición de órgano asesor de la alcaldía del municipio. En la sesión celebrada este lunes los más mayores del grupo cedieron el testigo a los alumnos de 4º de primaria.

El Consejo de la Infancia es un grupo de 14 personas de entre 9 y 11 años de Zumaia que da sus propuestas y consejos al alcalde. Los y las participantes se reunen mensualmente y una vez al año se reúnen directamente con el alcalde. Así, el Consejo de Infancia ofrece a la alcaldía una visión sobre los temas relacionados con la gestión local, asesorando y proponiendo a las personas adultas sobre los problemas que pueden existir en el pueblo.

Cada año, los y las más mayores del grupo  ceden el testigo a otros/as. En la primera sesión del curso han dado el relevo: aquellos/as que han pasado a 6º han abandonado el consejo y han dado el relevo a los y las alumnas de 4º. En la sesión también participaron padres, madres y tutores/as de los miembros del Consejo de la Infancia para conocer el desarrollo del punto de encuentro y dar los permisos necesarios.

El año pasado los y las participantes del Consejo de la Infancia realizaron un estudio y recomendaciones sobre el tiempo libre. Junto a ello, concretaron las características del nuevo parque de Marianton. Iñaki Ostolaza les explicó que ya están inmersos en la elaboración del proyecto. Tras reflexionar sobre el ocio y el tiempo libre, este curso hablarán sobre la movilidad y la autonomía infantil. La semana que viene realizarán la primera sesión.

Los niños y las niñas, ciudadanos/as de hoy en día

Zumaia se incorporó en 2020 al proyecto Oinherri y a la red Haurren Hiria, convenios de colaboración con los que el Ayuntamiento se comprometió a ser "un pueblo educador". Supone ser un pueblo creado para niños y niñas, desde el reconocimiento de la cultura infantil. Además, la participación en este tipo de redes supone una nueva concepción del niño y niña: en lugar de ser visto como un ciudadano del futuro o una persona adulta, se le reconoce como un ciudadano con derechos.

Un pueblo surgido desde ese punto de vista aporta beneficios para toda la ciudadanía. De hecho, poner en el centro a los niños y niñas u otras personas marginales supone otras prácticas y formas de hacer. También quieren trabajar este pueblo educativo sobre unos valores educativos (igualdad, diversidad, participación, euskera...). Con el Consejo de Infancia, entre otras cosas, el Ayuntamiento pretende poner en marcha iniciativas que favorezcan la participación de los niños y niñas y darles voz, protagonismo, capacidad de decisión y responsabilidad.