Violeta Bandrés: "Zumaia, históricamente, ha dominado durante siglos la industria naval"

En cuanto llegamos a Zumaia nos damos cuenta de la conexión de Zumaia con el mar. 

El emplazamiento de Zumaia es tremendamente bueno, en la desembocadura del Urola, y eso lo dice todo. Lo primero que se ve al llegar por la carretera es el astillero Balenciaga, aunque hoy en día puede tener un futuro negro, sigue siendo el último vestigio. 

¿Qué peculiaridades ha tenido y tiene Euskal Herria? 

El nuestro es un país pequeño, además de montañoso. Hoy en día es fácil llegar a los pueblos de la costa porque las carreteras están desarrolladas y tenemos tanto transporte público como privado. Pero eso es un hecho relativamente nuevo, de los últimos 100 o 150 años. Nuestro paisaje es muy bonito, pero a lo largo de la historia también ha sido una limitación, y una de las únicas oportunidades para el desarrollo de nuestras vidas ha sido el mar. Los negocios estaban relacionados con el mar. Es por ello que el mar ha sido nuestra subsistencia. 

El principal exponente de ello es que la industria naval ha sido importante en la localidad; en su momento, el puerto de Zumaia fue uno de los más importantes a nivel de construcción naval. 

Sí, y hay numerosas menciones al respecto. Aquí, en Zumaia, la época dorada fue, especialmente, en los siglos XV y XVI. Se registraron hasta once astilleros a orillas del Urola. Aunque desde el punto de vista actual esos astilleros fueran simples -algunos con estructuras de madera-, los astilleros de Euskal Herria fueron los que utilizaban la tecnología más avanzada y desarrollada en toda Europa. Y Zumaia era una de las zonas más importantes. Y es que contaba con una ubicación especial, en la ría, protegida del mar, cercana a las materias primas y, además, de calidad: roble autóctono, igual que la haya, hierro de Urola Garaia... Muchas de las construcciones, barcos, naos, etc. procedían de aquí. Zumaia, históricamente, ha dominado durante siglos la industria naval. 

El impacto de esas buenas materias primas y productos de calidad tuvo su reflejo en la vuelta al mundo que realizó Elkano, ¿no? 

Diría mucho más: cinco barcos salieron en aquella expedición, y tres de esos cinco barcos fueron fabricados en astilleros de la zona. El hecho de que tres embarcaciones sean autóctonas en una "macro expedición" de este tipo significa mucho. En la época de la llamada carrera de las Indias, en la que los europeos inician las expediciones, el 80% de los barcos eran vascos. Y las investigaciones lo demuestran claramente. Por lo tanto, es evidente la importancia que los astilleros han tenido entre nosotros. 

Algunas visitas guiadas que se pueden hacer en Zumaia permiten conocer muchos más datos sobre la vuelta al mundo de Elkano. Pero Zumaia esconde muchas más curiosidades, como las historias de la batalla de Gibraltar en la tabla votiva del marinero Mendaro en la parroquia de San Pedro. 

Eso demuestra que, además de los astilleros, los marineros también tuvieron mucha importancia. Pero además de las pinturas sobre marineros, también tenemos trípticos traídos de Europa, como los trípticos flamencos de principios del siglo XVI de las familias Sasiola y Elorriaga, que son verdaderas obras de arte que se pueden admirar en las capillas laterales de la parroquia San Pedro. ¿Qué significa eso? Con esos barcos que se hacían en los astilleros de aquí se realizaban expediciones, pero otras muchas naos se dedicaban al comercio, y nosotros éramos el puente entre las economías mediterránea, castellana y atlántica, teníamos una estrecha relación con la Europa del norte. De esos lugares se traían, entre otras cosas, las obras de arte, y la más representativa es la tabla votiva realizada en honor al marinero Mendaro, que muestra la batalla de Gibraltar. Al fin y al cabo, hemos sido pescadores, trabajadores del astillero, comerciantes o del ejército, y lo que une a todos ellos, es el mar. 

No podemos olvidar la playa de Itzurun, el Flysch y, en general, el Geoparque, aunque tengan más relación con la geología que con el mar. 

Sin duda alguna. Hoy, en el siglo XXI, el Geoparque de la Costa Vasca es un referente a nivel mundial. Tenemos uno de los patrimonios geológicos más importantes, es un referente en investigación, paisajístico... El Flysch forma un paisaje en el que podemos leer la historia de la Tierra: conocer el pasado de la Tierra, comprender mejor la situación actual o proyectarla en el futuro. Saber de dónde venimos y a dónde vamos es de vital importancia, y la geología y el Flysch nos dan esa oportunidad.