3. Conservemos nuestros tesoros

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CONSERVEMOS NUESTROS TESOROS

 

El sistema dunar de Santiago tiene una superficie reducida, aproximadamente 3 hectáreas, y al ser un área de esparcimiento se ve muy afectada por el impacto del ser humano. Esta zona está protegida por el Plan Especial del Ayuntamiento de Zumaia y forma parte de la Red Natura 2000 junto con la Marisma de Santiago, el encinar de Artadi, el meandro de Bedua y las islas de Usurbiribillaga.

 

Las dunas, antes y ahora

La ría del Urola históricamente ha sufrido importantes cambios. La zona este de la ría acumulaba bancos de lodo y arena. Sobre estos depósitos se construyó en 1914 la casa Zuloaga, y entre 1916 y 1917 se construyó un muro para proteger la casa Zuloaga del mar. La arena comenzó a acumularse y la duna se extendió hacia la desembocadura del río. A partir de 1940 la playa de Santiago se llenó de arena y años más tarde tuvo que prolongarse la escollera del puerto.

 

Las dunas de Santiago no han dejado de crecer desde 1946 hasta nuestros días. El frente de la duna se ha adelantado hacia el mar 232 m entre 1957 y 2015. Se calcula que cada año se adelanta 4 metros, muy por encima de otras dunas cantábricas (0,12 m/año). Esta alta sedimentación se relaciona con la protección que ofrece la escollera, que resguarda la duna de los procesos erosivos provocados por las aguas marinas y pluviales.

 

Principales amenazas

La mayor amenaza que sufren actualmente las dunas de Santiago es la actividad humana, sobre todo en la temporada estival. Las barreras existentes en las dunas sirven para proteger la zona y evitar que las plantas autóctonas sean pisoteadas, por lo que es importante no atravesarlas. Otro de los problemas es la presencia de plantas invasoras.

 

Especies invasoras

La planta invasora es aquella que se desarrolla en un ecosistema natural que no es el suyo, provocando cambios en la biodiversidad autóctona. En este sistema dunar destacan la caña (Arundo donax), la yuca (Yucca gloriosa), la hierba del asno (Oenothera glazioviana), la uña de gato (Carpobrutus edulis) y la cola de ratón (Sporobolus indicus).

 

El impacto de los pinos

Los pinos marítimos (Pinus pinaster) se extienden con facilidad debido a su capacidad de adaptación a otros entornos y a la alta producción de semillas. Estos pinos influyen en el estado de las dunas, por ejemplo, proyectan una sombra que no existiría en este ecosistema de forma natural. Este cambio permite la proliferación plantas que no son características de las dunas. Por lo tanto, es necesario controlar la expansión de los pinos para que el hábitat autóctono pueda restablecer su estado natural.