Recorriendo Zumaia por caminos vecinales

Zumaia está repleta de estos caminos públicos antiguamente tan transitados por los lugareños. La llegada de los vehículos hizo que fueran menos utilizados, y con el paso de los años, han ido cayendo en el olvido.

¡Pero no es así en Zumaia, que acaba de recuperar la memoria de estos caminos vecinales!

Y es que recuperar las costumbres y la memoria es algo que nos apasiona a los zumaianos. Sobre todo si es para ofrecer nuevas rutas y posibilidades de descubrir la localidad y sus alrededores. De esta manera, se han acondicionado los caminos y se ha instalado la señalización necesaria para guiar a los caminantes que se animen a realizarlos. Y, por si esto no fuera poco, se ha publicado un mapa donde se pueden interpretar estos recorridos con el fin de planificarlos.

Uno de los lugares a los que nos llevan estos caminos es el barrio de Narrondo. Aunque a simple vista pueda parecer un barrio de las afueras sin mayor interés, Narrondo esconde una gran tradición industrial que pocas personas conocen. Y es que las riberas del río que lleva el mismo nombre eran idóneas para instalaciones hidráulicas como los molinos y las ferrerías.  De hecho, en 1344 ya contaba con un molino; y en 1535 tenía dos ferrerías, junto a un puerto y una lonja. Circunstancias todas ellas, que propiciaron el comienzo de la industrialización en Zumaia.

Toda esa historia es aún visible en Narrondo ya que se conservan las paredes y la chimenea de la fábrica de cementos 'La Zumayana', mientras que de la fábrica 'San José' quedan solomente una parte de la chimenea y de la nave principal. Es por ello que la asociación ZIIZ (Zumaiako Industria-ondarearen Informazio Zentroa) está trabajando para proteger estos restos y garantizar, así, la preservación de un patrimonio de gran interés.

Otro de los puntos de interés que puedes visitar gracias a estos caminos públicos es la zona de Artadi. Además de ofrecer una de las mejores vistas panorámicas de Zumaia, está conformado en su mayor parte, tal y como su nombre indica, de un encinar de gran valor naturalístico que cierra el camino del río Urola en su margen derecha. Se trata de una masa continua y cerrada de encinas, de algo más de 20 hectáreas, asentada en una ladera de fuertes pendientes. Su ubicación, lo tupido del bosque y la escasa presencia humana le confieren un encanto ecológico y paisajístico especial.

La extensa red de caminos públicos de Zumaia, además, comunica con rutas de otras localidades, permitiéndonos llegar fácilmente a pueblos cercanos como Deba, Zarautz, Getaria o Aizarnazabal.

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